El café es una bebida de sueños. No porque genere somnolencia sino porque ha sido y es protagonista de historias, encuentros, amores, amistades e infinidad de momentos que del cine, la televisión y la música han pasado a la realidad… ¡a tu realidad!
¿No disfrutas tomarte una taza de café en la mañana o la tarde, sentir el humo y el olor amargo en tu rostro? ¿Qué tal acompañarla de un dulce? ¡Qué delicia! Además de ser una bebida muy rica, el café tiene vitaminas, minerales y otros elementos que impactan positivamente el organismo.
En 2016, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo retiró del listado de elementos que pueden causar cáncer. Concluyó, incluso, que podría ser beneficioso para proteger a las personas de por lo menos dos tipos de cáncer, así como de afecciones cardiacas, trastornos neurológicos, diabetes tipo 2, entre otras enfermedades.
A pesar de este panorama, es importante que tengas cuidado. Todo en exceso es nocivo para la salud. La cafeína, principal componente del café, estimula el sistema nervioso central y aumenta la frecuencia cardiaca. Las mujeres embarazas y las personas hipertensas, con obesidad o anemia, por mencionar algunas condiciones, deben reducir o eliminar el consumo de la bebida. Como cada caso es diferente, lo mejor es que seas prudente y consultes a tu médico.
Estas recomendaciones te ayudarán a cuidar tu salud a la hora de tomar café. ¡Disfrútalo con responsabilidad!
No tomes más de dos o tres tazas de café al día
La cantidad recomendada de consumo de cafeína al día oscila entre 400 y 500 miligramos. No es posible medir esta cantidad exactamente por el número de tazas puesto que las hay grandes y pequeñas, así como hay cafés más concentrados, más o menos filtrados, etc. En promedio, una taza de café expreso (muy concentrado) cuenta con 250 miligramos de cafeína, lo que quiere decir que no se recomienda tomar más de dos tazas al día. Si el café es menos concentrado, está bien tomar hasta tres.
Elige el mejor momento del día para tomar café
Si quieres dormirte rápido, tomar café a altas horas de la noche no será la mejor decisión. Tu organismo no estará en las mejores condiciones para descansar y conciliar el sueño puesto que estarás activo. La mañana o la tarde, cuando te da sueño después de comer, son tiempos ideales para una taza de café porque te llenarás de energía.
Acompaña el café con alimentos
¿Te parece que el café acompañado de un postre o un pastel dulce es uno de los grandes placeres de la vida? Por ser una bebida caliente que favorece la digestión y la eliminación de líquidos, una taza de café después de desayunar o almorzar es ideal.
A primera hora de la mañana no es bueno que consumas únicamente café. Si bien esta es una bebida que te anima, tu organismo necesita frutas, proteína y cereales para funcionar plenamente el resto del día. Cuando pasas demasiado tiempo sin comer y tomas café, hay probabilidad de que tu estómago se inflame. No se te ocurra mezclarlo con otros elementos como cigarrillo o antidepresivos porque puedes sufrir fuertes dolores de cabeza u otras consecuencias negativas.
Evita agregarle azúcar al café
Acostumbra a tu paladar para que disfrute el sabor amargo del café. En su composición, este tiene matices dulces (varía según el tipo de café, el sitio en el que es cultivado, entre otros factores), así que evita agregarle azúcar o endulzante. De este modo también reduces la ingesta de calorías. Si definitivamente no quieres prescindir del dulce, disminuye la cantidad.
Artículo tomado de: SURA
Artículo tomado de: SURA