• No dejes de comer. La clave está en saber cómo hacerlo de forma sana. Por ejemplo: si te ofrecen buñuelos, cómete uno y no te excedas.
• Participa en la planeación de las reuniones en las que se servirá comida o propiamente en las salidas a comer. Esto te permitirá elegir opciones más saludables en las que no haya fritos. Los alimentos asados, cocinados o al vapor son mejores.
• Si tienes una comida en la noche, no aguantes hambre durante el día preparándote para comer mucho. Lo recomendable es que si vas a comer mucho al final del día, hagas más suaves las demás comidas sin prescindir de ellas. Toma el desayuno completo y una media mañana (porción de frutas) y un almuerzo liviano. También puedes llenarte un poco para que en la reunión estés más saciado y no comas tanto.
• Controla el consumo de bebidas gaseosas y alcohólicas. En reuniones familiares y fiestas se consumen demasiado estos líquidos que tienen azúcar en exceso, por lo que producen aumento de peso y exposición a enfermedades.
• Planea lo que comes: este tema involucra a la familia, los amigos y los compañeros de trabajo porque la alimentación cumple un papel esencial en todos los ámbitos. Llevar una alimentación balanceada es posible aún sin conocimientos especializados. Debe haber equilibrio entre lo consumido y el gasto energético. Si no haces ejercicio, no puedes comer tanto.
“Llevar una alimentación balanceada es posible aún sin conocimientos especializados”
¿Cómo medir las porciones de tus alimentos?
• Haz mercado de forma consciente. La alimentación no puede dejarse al azar o basarse únicamente en antojos. Las personas se están acostumbrando a no desayunar, no cocinar sus alimentos e ingerir demasiados fritos, dulces y carnes frías. Comer lo que otros preparan significa
estar expuesto a una alimentación de baja calidad o muy alta en grasas. Las decisiones del mercado se deben tomar con todo el grupo familiar y se recomienda, además, leer la etiqueta de los alimentos y buscar asesoría.
• Se deben comer alimentos de todos los grupos alimenticios, aunque la dieta de niños, jóvenes y adultos varía de acuerdo al momento de vida en el que se encuentran.
• Lo ideal es que alimentos como buñuelos, natilla u otros reconocidos por ser grasosos o dulces, se preparen en casa para controlar el uso de ingredientes y aceites. Los buñuelos, por ejemplo, se deben fritar en un aceite limpio, mientras que la natilla se puede preparar con leche descremada y no entera. Las carnes frías pueden tener componentes nocivos para la salud; en lo posible, se debe optar por el consumo de carnes magras, es decir, bajas en grasa.
• Tener un horario para alimentarse es muy importante porque esto influye en la calidad del sueño. Si te acuestas muy lleno o comes alimentos pesados o fritos antes de dormir, tu cuerpo estará concentrado en procesar las calorías y no en dormir.
Mesa con alimentos saludables para cuidarse
Si sufres de sobrepeso:
• Consulta a un especialista.
• Programa tu alimentación para que no te falte ninguna comida; que estas sean saludables y no haya espacios muy largos entre ellas (mínimo tres horas y máximo cuatro).
• Evita ayunos largos.
• Sé más consciente y responsable frente a tu autocuidado.
• Respeta tu plan de alimentación y haz actividad física.
Artículo tomado de: SURA