Muchas personas creen que el seguro de vida es un gasto innecesario o que solo sirve cuando falleces. Sin embargo, esas ideas equivocadas hacen que muchos se queden sin la protección que realmente necesitan.
Aquí te contamos los errores más comunes y cómo evitarlos:
1. Creer que es solo para personas con hijos
Aunque es clave para quienes tienen familia, el seguro de vida también protege a quienes dependen de sus ingresos: pareja, padres o incluso a ti mismo si la póliza incluye coberturas como renta diaria por incapacidad o enfermedades graves.
2. Pensar que la EPS o la póliza de salud es suficiente
La EPS es un derecho, pero no cubre todo, y la póliza de salud tiene límites. El seguro de vida es un respaldo adicional que te da cobertura financiera cuando la salud falla o surge una emergencia.
3. No revisar la póliza con el tiempo
Tus necesidades cambian: no es lo mismo cuando estás soltero que cuando ya tienes hijos o compraste vivienda. Revisar tu seguro cada año asegura que siempre tengas la cobertura correcta.
4. Quedarse solo con el seguro del banco
El seguro de vida asociado a un crédito hipotecario solo cubre la deuda con el banco. No le deja un respaldo real a tu familia ni cubre otros gastos que pueden surgir.
5. Creer que es muy costoso
Un seguro de vida puede costar menos de lo que gastas en cafés, suscripciones o domicilios al mes. La clave es encontrar la póliza que se adapte a tus ingresos.
👉 Lo importante: No se trata de gastar más, sino de estar protegido. Evita estos errores y dale a tu familia la tranquilidad que merecen.
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